El sábado pasado, un rayo me partió al medio. Quiero
contarles esta historia, la historia de cómo un rayo vino a caer, justo
delante mío. No se preocupen, es nada más una metáfora.
Pero, al mismo tiempo no, lo pienso bien, y no es nada más una metáfora.
Después del rayo, no pude salir indemne, como si, en medio del campo, hubiese visto descender un
plato volador y yo estuviese ahí, justo ahí para verlo iluminar la noche, con
su verde flúo, eléctrico, imposible. Verónica Yattah, Andi Nachón, Tom Maver,
Diana Bellessi, de verdad, se pasaron. Gracias por esa noche, por sus lecturas.
El rayo verde, así
se llama el ciclo. Lo organiza Osvaldo Bossi, junto con
la gente del taller de los sábados, en Casa del Pueblo; poetas increíbles, Martín
Sánchez, Joaquín Oreña, Martín Vázquez Grillé, Rocío Macarena, no puedo
nombrarlos a todos, el querido Hugo Zonáglez, Javier Roldán, todos entrañables,
de verdad.
Están buscando el tono, la voz de un poema perfecto ¿Y cómo
no sentirlos cerca? ¿Quién no está buscando, toda la vida supongo, un buen
poema, su propio tono, esa voz extraña? Y además, por si fuera poco, se toman el
trabajo de organizar un ciclo, y de hacerlo así, con tanta calidez y
luminosidad. Yo estoy convencido: Son extraterrestres estos muchachos.
Creo que fue Diana la que dijo: “Acá está pasando algo”. Me parece que somos varios los que sentimos eso, los que tenemos
la intuición de que acá, en los ciclos, en los blogs, en los encuentros y en la
escritura, algo está pasando.
Patricio Foglia.
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